sábado, 8 de mayo de 2010

Extraño sosiego

La cabeza me da vueltas. Esa sensación de perder un poco el equilibrio, de sentirte desconectada de las cosas. Si no lo entiendes, no pasa nada, yo nunca lo había entendido, y quizás me ha pasado tan pocas veces que las puedo contar con los dedos de una mano.

Soy más lenta para dar mis pasos, siempre he ido por detrás en cuanto a decisiones. Aunque haga las cosas, y sea impulsiva, sólo las hago a medias, y quizás mi cabeza tarde meses en tomar las decisiones que el resto de mí me hizo el favor de tomar en el primer beso, en el primer sentimiento.
Además, me asusto muy fácil, y me pregunto y me pregunto, y tengo miedo de todo lo que hago. Pero sigue sin notarse, porque de nuevo hay algo en mí que va por delante de mi mente.
En vuestro caso, es un arma de doble filo,
En tu caso, mi cuerpo decidió lo que iba a hacer hace mucho, mi mente quizás lo decidiera gracias a Brenna. Tu eres la horma de mi zapato. Me da la sensación de que por mucho que lo intente, tú eres el único que no se deja etiquetar, que se escapa del cajón al que te asigno. Eres insondable para mí, y eso sólo me atrae mas.
Y en el tuyo, no hay más que decir que no haya dicho ya. Los objetos cambian de significado. Una cruz de hierro no es para ti lo que fue para ellos. No hay que preocuparse, porque hay nuevos objetos con los que substituir los viejos, y hay quien proporcione esos nuevos recuerdos.

Seguro que ahora mismo, en muchisimos puntos de la Tierra, hay alguien a quien también le da vueltas la cabeza.

2 comentarios:

Chaly dijo...

Si no pudieramos tener esa sensacion de escape de nuestra mente, esa sensacion de relajación... una brisa en la nuca, el rocío de una mañana en el monte, una ducha fresca despues de un día duro de trabajo...

Si jamás pudieramos evadirnos y perder un poco el control de nuestra vida, todo sería demasiado aburrido... ¿o no?

Jorr dijo...

te ciero