Gracias al posthumanismo la especie humana puede mejorar en el ámbito intelectual y físico sus capacidades gracias al control tecnológico de su propia biología. Y digo “puede” y no podrá, porque los posthumanos están a la orden del día. Posthumano no es un concepto del futuro, o sólo perteneciente a la ficción. Ya podemos considerarnos posthumanos. Ya empleamos la tecnología para mejorarnos. Tomamos medicamentos que mejoran nuestra capacidad intelectual, suplimos partes de nuestro cuerpo con prótesis, nuestros mp3 son casi extensiones de nuestra propia persona.
¿Qué es entonces hoy un posthumano?. No sólo es la imagen de Ripley, ni la de los ciudadanos de “un mundo feliz”. Hay más. Hay posthumanos hoy, sólo tenemos que introducir “bioestética” en Google para ver de cuantos modos podemos remodelar nuestro cuerpo a nuestro gusto.
Un replicante es un posthumano, los androides de Ghost in the shell también. Si una máquina tiene sentimientos, entonces ¿en qué se diferencia de un humano? Llamémoslo posthumano, porque un replicante está hecho a imagen y semejanza de una persona. Siendo así, teniendo algo de humano, pero siendo algo más que un humano, la verdadera pregunta no es ¿Si un androide siente, en qué se diferencia de nosotros? Sino, ¿Si un humano es un posthumano, en que nos diferenciamos de ellos?.
En un primer momento, diríamos: la diferencia es la base física humana. Pero esa es la respuesta fácil. Los replicantes de Blade Runner (la novela) eran orgánicos. Comían, dormían, respiraban. El único modo de diferenciarlos era hacer un análisis de médula. En ese caso, si nos implantáramos un sistema electrónico en la médula, ¿quién sabría quien es el posthumano y quien el androide?. Decir que el posthumano forzó su evolución, y que el replicante fue creado así tampoco es una respuesta, porque en ese caso, cómo saber cual es el original y cual el copiado, el “replicante”. Con el tiempo, ese dato sería difícil de retener, incluso pudiendo borrar la fecha, tampoco recordaríamos cuál fue primero.
En algún momento, el original deja de existir. Al igual que en algún momento, hubo diferencia entre que una obra de arte fuera original o copia, y eso murió con Warhol, con la ciencia ficción, con el posthumano, saber quien es el creador y quien el creado, eso muere también.
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