Otra vez. Vuelta a empezar.
Sigo siendo la misma persona que se odiaba en el espejo, pero no siento ser esa persona. La trascendencia no está de moda hoy, pero en nuestras vivas necesitamos trascendencia como adictos. Necesitamos saber que hacemos algo importante, con futuro. Queremos salvar el mundo, y que nuestro amor siempre sea el más fuerte.
Necesitamos saber que lo que hacemos tiene un significado, por lo menos para nosotros. Yo le regateé un significado al azar, diciendo que lo que hacía lo hacía para mí misma, y ese era el significado. Pero me devolvieron el golpe.
Por desgracia, siempre acabas teniendo que enfrentarte a otra persona. A esas personas que cada vez se me parecen más a cáscaras vacías. Cuerpos animados que están ahí, pero de los que yo no puedo asegurar que haya nada dentro.
Pero al final, no sabes cómo, vuelves a caer, y otra vez, todo vuelve a empezar.
Y yo aun sigo muy cansada para ponerme a avanzar por el camino. Porque sí, vuelve a ser el viejo camino de antes. Y no sólo me resulta poco atractivo de recorrer, sino que temo caerme de nuevo y no levantarme.
_ Siempre me seguiré levantando, estoy segura de eso. Sólo digo que es muy pronto para echar a andar
_ Y entonces, todo se repetirá una y otra y otra vez...
No hay comentarios:
Publicar un comentario