Queen E. se fija mucho en las personas. Tiene miedo, y no se sabe controlar. Siempre bebe demasiado. Sus heridas se abren por la noche, y ella se las lame, invariablemente, los viernes por la mañana. y nunca deja de hacerlo, y siempre se levanta, se ducha y maquilla su tristeza.
En cambio, J no hace eso. J no sabe llorar, nunca le han enseñado a consolar. J sabe divertirse, y también está siempre ahí, inseparable compañero de Queen E. junto con ella, se pierden en la noche buscando otros cuerpos que beberán con la misma ansiedad con la que apuran el cubata.
T.M. entró un día por las buenas en nuestra vida, envuelto en su permanente nube de humo. Tan versátil como él solo, puede parecer gracioso, serio, ridículo y sabio en un sólo momento. sobrevivió a batallas que nosotros ya hubiéramos abandonado, y sigue luchando. A veces bebe para olvidar, pero aprieta los dientes y sonríe
En cuanto a mí....
No se quien soy, mi identidad errante sólo es mis actos
Bailo con los ojos cerrados, y alzo las manos al cielo. Me da igual quien me pueda estar mirando. Me da igual lo que puedan estar pensando. Me da igual si estoy rota por dentro. Cuando bailo, sólo estoy yo. Quizás por eso aparto las manos que se ciernen en torno a mí, y me escabullo a mi rincon particular, para poder volver a cerrar los ojos y estar yo sola de nuevo
En cambio, J no hace eso. J no sabe llorar, nunca le han enseñado a consolar. J sabe divertirse, y también está siempre ahí, inseparable compañero de Queen E. junto con ella, se pierden en la noche buscando otros cuerpos que beberán con la misma ansiedad con la que apuran el cubata.
T.M. entró un día por las buenas en nuestra vida, envuelto en su permanente nube de humo. Tan versátil como él solo, puede parecer gracioso, serio, ridículo y sabio en un sólo momento. sobrevivió a batallas que nosotros ya hubiéramos abandonado, y sigue luchando. A veces bebe para olvidar, pero aprieta los dientes y sonríe
En cuanto a mí....
No se quien soy, mi identidad errante sólo es mis actos
Bailo con los ojos cerrados, y alzo las manos al cielo. Me da igual quien me pueda estar mirando. Me da igual lo que puedan estar pensando. Me da igual si estoy rota por dentro. Cuando bailo, sólo estoy yo. Quizás por eso aparto las manos que se ciernen en torno a mí, y me escabullo a mi rincon particular, para poder volver a cerrar los ojos y estar yo sola de nuevo
No hay comentarios:
Publicar un comentario