lunes, 19 de octubre de 2009

Fabricando un posthumano

Mi posthumano tendrá un chip en el cerebro que le avise con un zumbido de las novedades de los blogs que sigue, con configuración opcional de las alertas de las actualizaciones de sus amigos en las redes sociales.
Podrá cargar vídeos en el myspace apretando el botón de sus gafas con cámara incorporada, que mandan señales al chip conectado a su prótesis ocular, conectada a su vez al nervio óptico.
No necesitará un órgano de ánimos Penfield para discar un 104, sino que bastará con que coja su iphone y active los neurotransmisores que estimularán su deseo sexual.
Mi posthumano irá a los salones de belleza donde le inyectarán mayores o menores potenciadores de melamina para conseguir un bronceado natural, y estimularán la producción de sebo o su reducción si lo que desea es cambiar su peso, e implantes de pecho express para una ocasión especial.
Mi posthumano? transhumano? tiene en su sudadera de Nike el mp3, y su chuvasquero de The North Face pone en marcha el sensor térmico para regular su temperatura corporal. Cuando tiene que entregar los informes, conecta su reloj-USB (irónicamente un Casio vintage) al proyector.

Sin embargo, las calles siguen llenas de basura, y la política sólo ha empeorado. No hay religión ni creencias, y nos seguimos debatiendo entre represión y libertad en las calles. No está ni mejor ni peor, aunque las utopías digitales se realicen a mínimos niveles, ésta no nos ha traido la felicidad



No seré optimista, y diré que mi pobre posthumano está tan confundido con su vida como yo con la mía.
En que mundo de locos se me ha ocurrido darle a luz

1 comentario:

Sid dijo...

Implantes cerebrales de memoria, y olvídate de las fechas importantes