viernes, 15 de octubre de 2010

Hoy sentí

Y hacía tiempo que no. Sin sentir no se escribe.
Y quise ser otra, una que tenía un destino marcado, una que sabía controlarse. Y cuanto más leía, más vivía a través de esa otra persona. Y me empezó a dar igual quien fuera yo, porque sólo importaba quien era ella. Durante unas horas. Al involucrarte tanto en algo tan sencillo ves que el género humano tiene sentido al menos para crear cosas que te eleven por encima de ser sólo carne.

1 comentario:

jorgekoine dijo...

Y al sentir hubo un momento en el que dejaste de sentir quien eras, y tuviste que plasmarlo (para no olvidarlo). Porque ella, si la realidad, siempre vuelve. Y te dice: -"Tú, ingrato ser, no eres eso que quieres ser, eres eso que a veces no quieres ser, eres repugnante."

Se llama <> y los estoicos lo odiaban, porque hacian del sabio el ser más tonto y volatil del universo.

Te quiero (espiritualmente ¡claro!)