domingo, 26 de septiembre de 2010

El idealismo del postmodernismo

El postmodernismo tuvo en sus inicios como objetivo el rechazo de los viejos pasados ideales, de los grandes optimismos y pretensiones. El postmodernismo rechazó "los grandes", pero paradójicamente, fue en "los grandes" en quienes radicó sus tesis. La negación de esos pasados idealistas fue una batalla tan cruenta que resultó ser tan magnífica como sus enemigos los modernistas habían pretendido con sus felices conceptos constructivos.
Y al final, sus negaciones resultaron ser afirmaciones veladas. Porque el modernismo subsistió mucho después que el postmodernismo. Aún rechazándolo, los fantasmas idealistas del pasado calan más nuestros huesos que los postmodernos, quizás porque cuando quieren, pueden pasar desapercibidos, siendo más apacibles y cercanos, más paternalistas que los fieros postmodernos.
Resulta irónico que conceptos postmodernos consagrados resulten ideales e insostenibles, en lo tocante a las nuevas tecnologías, y pervivieran mucho menos que sus predecesores.
Finalmente, el mayor anhelo postmoderno se volvió contra él. Pero ya sabíamos que su tiempo de vida habría de ser, como no, muy dulce pero demasiado corto.

4 comentarios:

jorgekoine dijo...

La muerte de los paradigmas preestablecidos provoca en el humano actual una suerte de nuevas fuentes de libertad, tanto en el pensamiento, actitud y la estética. Llegando hasta las revisiones de los viejos conceptos de amor, libertad, juicio.
¿Por qué no prácticar lo teórico?

iruma dijo...

Porque da mucho miedo ser libre

jorgekoine dijo...

Tal vez no debería ser una sentencia sino una duda ¿Por qué da mucho miedo ser libre?
Tal vez sea solo porque es un miedo, tal vez porque sea algo novedoso, tal vez porque es algo no regalado, ser libre es una capacidad intelectual que va del ámbito teórico al práctico. Los actos de la voluntad teórica se reflejan en la voluntad práctica.
¿O No? :)
Buen día Irumita. Ich liebe dich

iruma dijo...

Estoy de acuerdo. Personalmente, me da miedo ser libre por ser la absoluta responsable de mis actos, cayendo sobre mi todo el peso de mi conciencia. Y el hecho de, en ocasiones, no pasar del ámbito teórico al práctico, significa que no estoy llevando a cabo mis principios, y a causa de mi irremediable libertad, la culpa de no hacerlo es absolutamente mía.

Pero también es una sensación maravillosa la de llevar las riendas (agridulce libertad)

buen día Horkheimer (du hast mich)