Aquí también hace frio. Y llovizna. Hace un rato, paseaba por las oscuras pero animadas calles de Ourense. Y me sentí en paz. Me sentí en paz con el mundo, y en paz conmigo misma. Porque paseaba por esas calles, con la chaqueta puesta y bajo la llovizna, al lado de mis amigos, y pensaba en cuando tenía 17 años y paseaba con la chaqueta puesta y con los mismos amigos.
Y me acordé de aquellas veces que, con 16 años salía con mis amigas,vestidas a la par que desnudas y llenas de emoción e ilusiones. Ninguna noche acababa mal, porque salir ya era un triunfo. Y llovía, pero nos daba igual, porque estábamos siempre fabulosas, porque salíamos a bailar, porque eramos las reinas de la noche. Y hacía frío, pero lo pasábamos tan bien que no importaba
Durante un tiempo, noches de llovizna y frío como hoy me asustaban. Me acobardaba dentro de casa, pensando que la persona que salía de casa a los 16 no era la misma que la que saldría esa noche.
Pero hoy, me sentí volver a los orígenes. La chica que sale hoy no tiene 16 años, pero es la misma persona. Tiene ilusiones, tiene esperanzas, se siente sola, pero se siente libre y feliz. Se siente muy ella. Y aunque vengan desgracias, que vendrán, y aunque vengan tristezas, que vendrán, puedo agarrarme a un dato: "ya nunca más me darán miedo las noches de frio y lluvia"
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