viernes, 29 de octubre de 2010

martes, 26 de octubre de 2010

Tierra

Eché mucha tierra. Pero la quité sin darme cuenta.

Una nueva muestra de lo productivo que puede resultar el dolor, es descubrir la posibilidad de aferrarte a un dolor conocido, para olvidar otro. El dolor siempre te acompaña, a veces durante años. Así, de este modo, puedes elegirle como acompañante en ese momento en el que él decidió que podía dejarte solo. Pero tú decidiste que no podías desprenderte de ese viejo amigo. Te sientes desnudo sin él. Ya no pareces tú sin esa sombra que siempre se ve en tus fotos, que se sienta contigo en los bares y que te mira cuando sonríes.

Ese dolor sordo, amortiguado por la tierra que aun queda, permanece. Temes sacarlo del todo a la luz, y temes abandonarle porque él te hizo más tú. Te enseñó que siempre serías con él. Pensaste que tendrías que aprender a vivir con él. Pero cuando ves que se quiere ir, entonces te sientes perdido. Hoy, tu dolor no es tu carga, tú eres la carga de tu dolor.


miércoles, 20 de octubre de 2010

El experimento de la cárcel de Standford


"Estaba sentado allí yo solo, esperando ansiosamente a que los intrusos forzasen la entrada, cuando apareció un colega y antiguo compañero de habitación de la "Universidad de Yale, Gordon Bower. Gordon había oído que hacíamos un experimento y vino a ver qué pasaba. Le expliqué brevemente lo que estábamos haciendo, y Gordon me hizo una pregunta muy simple: — Dime, ¿cuál es la variable independiente de este estudio?

Sorprendentemente, me enfadé de verdad. Estaban a punto de forzar la entrada delante de mí, peligraba la seguridad de mis hombres y la estabilidad de mi cárcel, y ahora tenía que enfrentarme a este memo decadente, académico, liberal, de buen corazón que estaba preocupado... ¡por la variable independiente! Hasta mucho después no me di cuenta de hasta qué punto me había metido en mi papel carcelario; en aquel momento ya pensaba más como un superintendente de prisión que como un psicólogo de investigación."



viernes, 15 de octubre de 2010

Hoy sentí

Y hacía tiempo que no. Sin sentir no se escribe.
Y quise ser otra, una que tenía un destino marcado, una que sabía controlarse. Y cuanto más leía, más vivía a través de esa otra persona. Y me empezó a dar igual quien fuera yo, porque sólo importaba quien era ella. Durante unas horas. Al involucrarte tanto en algo tan sencillo ves que el género humano tiene sentido al menos para crear cosas que te eleven por encima de ser sólo carne.