Cuando tienes insomnio, las noches son como islas, independientes del resto de lo existente, inalterables. Te sientes paseante en una ciudad desierta, sola, y un poco abandonada. Vagas por la casa, o por las calles, sin objetivo fijo, sabedora de que ese momento es la laguna legal de un día.Puedes hacer todo,o puedes hacer nada en las vacías noches silenciosas.
A veces, te sientes capaz de todo. Puedes leerte todos los libros, escribir los mejores textos, encontrar las mejores soluciones a tus problemas.
Otras veces, la noche se te hace corta, apenas te has dado cuenta y ha amanecido, y no has hecho nada productivo, te acuestas de modo insípido
Pero las peores son en las que das vueltas en la cama, preguntándote por qué tu forma de ser es tan indómita, y por qué no se amolda a los deseos que le dicta su cabeza, preguntándote por qué esa noche pareces estar tan disconforme con tu soledad, a pesar de haberla elegido tú, preguntándote si existe la eternidad, preguntandote por qué te preguntas siempre tantas cosas...
Yo, aunque intentara evitarlo, cada noche me quedo sola en el mundo, y mis tres noches se suceden una detrás de otra, una detrás de otra, sin poderlas llenar con conversaciones banales, ni patatas fritas, ni un nestea y un te americano.
Pero, al fin y al cabo, después de cada noche viene un día de sol que me ayuda a olvidar, repara mis heridas, y me tomo ese nestea, y me disputo esas patatas, y sonrío sin ganas, y pongo una piedra detrás de otra, lapidando mi esperanza
A veces, te sientes capaz de todo. Puedes leerte todos los libros, escribir los mejores textos, encontrar las mejores soluciones a tus problemas.
Otras veces, la noche se te hace corta, apenas te has dado cuenta y ha amanecido, y no has hecho nada productivo, te acuestas de modo insípido
Pero las peores son en las que das vueltas en la cama, preguntándote por qué tu forma de ser es tan indómita, y por qué no se amolda a los deseos que le dicta su cabeza, preguntándote por qué esa noche pareces estar tan disconforme con tu soledad, a pesar de haberla elegido tú, preguntándote si existe la eternidad, preguntandote por qué te preguntas siempre tantas cosas...
Yo, aunque intentara evitarlo, cada noche me quedo sola en el mundo, y mis tres noches se suceden una detrás de otra, una detrás de otra, sin poderlas llenar con conversaciones banales, ni patatas fritas, ni un nestea y un te americano.
Pero, al fin y al cabo, después de cada noche viene un día de sol que me ayuda a olvidar, repara mis heridas, y me tomo ese nestea, y me disputo esas patatas, y sonrío sin ganas, y pongo una piedra detrás de otra, lapidando mi esperanza
No hay comentarios:
Publicar un comentario