Iba a escribir un comentario, pero se me estaba quedando tan largo que pensé que sería mejor una entrada. Estaba viendo el blog de Victor (jaio, pondría un link, pero con suerte me comenta y me ahorro el esfuerzo, así de vaga soy yo, que hace días que tengo ubuntu, gracias al patrocinador oficial de linux, y soy tan sumamente vaga que aun no se como usarlo y no aprendere nunca, probablemente, asi soy yo con la tecnología, fijate que el movil que me dejo el patrocinador de linux aun no se meterme en internet, y eso que tiene wifi, y podria ir hasta la habitacion de al lado y preguntarle, pero no, ya ves que no lo hago...)... eh?. No, mejor empiezo otra vez
Estaba viendo el blog de Victor y, despues de algunas veces que le he hecho pensar a él, hoy me ha hecho pensar él a mí. Habla del anuncio de cocacola. No se cual de mis dos compañeros de piso me dijo que le gustaba el anuncio de cocacola último, y me sorprendió que cayera en el truco. Sin embargo su entrada en la que reconoce lo manido que es el truco de cocacola, y bueno, aun así le gusta. (o por lo menos le emociona)
No quiero alargar todas las cosas que se me viene a la cabeza, pero la primera fue: "vaya, me he vuelto una insensible". Realmente la filosofía ha hecho que dude de todo, una suerte de filosofía de la sospecha que hace que para mí, todo sea un truco publicitario (y probablemente lo sea). Ya nunca caigo en los trucos de amor, Camino me parece una película más bien mala, por ejemplo, que usa trucos muy simplones. Cocacola usa trucos puramente americanos. Me he dado cuenta de que sólo reacciono a casi imperceptibles gestos de amistad en películas y libros, porque el amor ya lo tienen muy machacado en la tele, cine y literatura. Por eso me gustan autores como Dovstoieski, o como Navokov. Tratan el amor de una manera mucho más madura, que quizá no sea la manera en que las personas comunes viven el amor, pero sí es una manera inexplorada, y para mí mucho más conmovedora y atractiva. Los imperceptibles gestos de amistad son planteados casi sin querer, como una mera rutina. cuando lo que menos importaba en la película de sexo en nueva york (sí, me gusta esa película, es una de esas cosas que a todos le avergonzaría admitir pero de la que yo me siento orgullosa, y quien quiera preguntarme por qué se lo detallaré muy claramente, yo, seguidora de la serie desde hace años) ..eh? me he perdido otra vez, de ahi a no terminar subordinadas hay un paso.
Que una de las cosas que más me gustó de la película, yo diría que la mejor escena, es cuando big deja plantada a Carrie en la boda, y los dos coches se encuentran, ella se baja del coche y le pega con el ramo. Eso no es lo que consigue conmoverme más, sino el hecho de que al darse la vuelta, Carrie se abraza a Charlotte como si fuera una tabla de salvación, y la forma en que Charlotte mira a Mr Big. Eso si me hace saltar laágrimas; el hecho de tener una tabla de salvación ahí. Esa es mi concepción de la amistad, y en comparación con la escena en sí, es lo de menos, es lo que haria cualquiera, pero para mí es de apreciar que en ese momento te puedas aferrar a alguien de esa manera.
Por eso no veo importantes anuncios que apelan a las clásicas ideas ya explotadas, sino anuncios con más encanto, con más elegancia, que no tengan que apelar a la muerte, a la vida, a la felicidad y al amor para hacernos llorar, que apelen mejor a la desesperación, y consigan hacer ésta atractiva y loable en un mundo en el que el héroe trágico ha desaparecido, en el que nadie haría una película sobre Edipo y sí sobre Alejandro Magno. Lo grande se encuentra en donde no hay grandeza, y por eso yo ya dije, unas entradas más abajo, que prefiero a Diógenes a Alejandro Magno, porque es Diógenes el que me haría llorar.
P.D: Perdón por las digresiones, normalmente las evito, pero hoy me sentí bombardeada de ideas
P.DD: Mañana sí que subo la entrada de mis apuntes
2 comentarios:
No se trata de ser sensible o insensible, se trata simplemente de la clase de estímulos a los que respondemos adaptativa y evolutivamente. Es decir, por nuestra forma de ser, nuestra educación y otros muchos factores respondemos más o menos a unos u otros estímulos. [vale, habrá gente de piedra...pero aún no conozco a nadie]
En fin. Que esta mañana vi Camino con el grupo de Las Novias de Cristo [tras ponernos el cilicio y rezar cuarenta padrenuestros por la salvación de nuestras almas] y estoy de acuerdo contigo. Que los malos son muy malos, y los buenos muy buenos, aunque tiene sus tintes de realidad... en fin, demagogia, ya ves.
Total. Que me alegra que el vencedor [Victor-Victoris, ya no me acuerdo qué declinación era] te haga pensar, que al fin y al cabo es lo que pretendo a veces con el blog. Y que la Coca Cola le ganó la partida al mundo hace años, lo cual es una pena...pero es que está tan rica jajajaja
A veces me pregunto si los guionistas de Sexo en Nueva York son conscientes de las cosas en las que te fijas o sólo escriben lo que les parece más verídico o mejor para la historia, y hacen esas sutilezas sin darse cuenta. Me gustaría saber más sobre eso.
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